El Senado de EE.UU. aprobó en el último momento un proyecto de ley que extiende la financiación federal por seis meses, evitando un cierre gubernamental. La medida, impulsada por la Cámara de Representantes, expone la fragilidad de un sistema que opera al borde del colapso.

A poco tiempo de un cierre, el Senado evitó con 54 votos a favor y 46 en contra, una ley de financiación temporal por seis meses. La medida, impulsada por los republicanos, fue respaldada por los demócratas, lo que permitió su avance a pesar de las divisiones internas en el partido opositor.

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El líder demócrata, Chuck Schumer, defendió la decisión de apoyar el proyecto republicano, lo que generó críticas dentro de su propia bancada.

Mientras tanto, el presidente Trump responsabilizó a los demócratas de la crisis, acusándolos de obstaculizar una solución permanente y priorizar intereses partidistas sobre el bienestar público.

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La aprobación de último minuto, expone la disfuncionalidad de un sistema político que opera al borde del colapso, que depende de extensiones temporales en lugar de acuerdos duraderos.

Esta situación no solo refleja la polarización en el Congreso, sino también el fracaso en garantizar la estabilidad gubernamental para los ciudadanos.

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